Esta mes he tenido un grupo de alumn@s a los que les he dado clase de saltos. Nada más oír la palabra "saltos" ya se ponen nerviosos y les entra el pánico, por no hablar de la famosa frase...."qué necesidad tengo yo de saltar, si yo sólo quiero patinar...", y aunque ellos ya lo saben, lo repito.
En patinaje, como en muchas otras modalidades deportivas, cualquier tipo de frenada exige un desplazamiento, tanto si frenamos en "T", en "cuña" o en "Powerslide", y a determinada velocidad ya no podemos frenar, sólo puedo esquivar o saltar.
Si hemos practicado diversos saltos, el día que llegue esa situación de "peligro" , mi cuerpo tendrá un recurso más para poder salvarlo. Claro que no me sirve de nada practicar saltos a una velocidad "no real", es decir, muchos de los ejercicios los aprendemos a una velocidad a la que luego nunca los voy a ejecutar, un Powerslide es una frenada de emergencia, y tendré que saberla hacer a una velocidad alta, si no...no me sirve de nada. Con los saltos pasa igual, tenemos que esforzarnos por practicar de menos a más, pero siendo conscientes de que cuando lo necesite, será por que voy a más de lo que debería.....
Recomiendo empezar siempre a saltar con barras de salto, si las golpeamos están caerán y no tendremos ninguna caída, pero luego, no nos engañemos, las ciudades no tienen barras de salto, tienen bordillos!, así que una vez salvada un altura prudencial deberíamos pasar a la calle y aquí es donde está el problema.
Nuestro cerebro no suele ayudarnos en estas situaciones, al igual que es vago para salir a correr, es especialista en generar pensamientos negativos, el pensamiento generado sueles ser " Eso es hormigón, ya me veo en el dentista, deja, deja...podemos volver a las barras de salto?". Hay que dejar esos pensamientos a un lado, si eres capaz de saltar 20cm en una barra de salto, eres capaz de saltar un bordillo de 10cm.
Se que es fácil decirlo, pero he tenido alumn@s que han llorado, que se han bloqueado y que han tardado días en enfrentarse a sus miedos, la satisfacción que me queda es que todavía no he tenido un@ que se haya ido sin hacerlo.